La Libertad
Todos los hombres nacen libres. Es un principio innegable ante los nuevos tiempos que transcurren. La libertad es y será, siempre una de las características que nos definen, que nos hacen ser humanos, que nos convierten en personas, junto a la dignidad de que sean respectadas nuestras decisiones y aceptemos las consecuencias de las mismas.
Desde nuestros primeros pasos, empezamos siendo conscientes de lo que tenemos en nosotros: el deber de ser y aceptar. Por un lado, continuamos desarrollando nuestras capacidades a lo largo de toda nuestra infancia. Cometiendo las trastadas típicas de niños, los errores típicos de adolescentes y pagando algunas veces lo que no queremos.
Somos libres de desear lo que queramos, somos libres de escoger lo que ansiamos, somos libres de soñar y luchar por lo que creamos justo y somos ante todo libres, de ser.
Nos debemos obediencia al precepto de aceptar, porque van juntos. La libertad conlleva responsabilidad y aceptar que lo que hagamos con ella debe estar regido bajo las normas de un código propio, que nos ayude a escoger lo correcto y llegar a la virtud de actuar bien y usar bien la libertad.
Todos los hombres nacemos libres, todas las personas somos libres, toda la sociedad debe aceptar la libertad. Solo así viviremos en paz.
R. C.