El perdón es una de las cosas que más nos cuesta otorgar a una persona en una determinada circunstancia. Esta puede ser, desde algo mínimo que realmente puede parecer a algunas personas una tontería; y hay otras cosas, en las que no podemos decidir, ya que el suceso que nos ha llevado esos extremos, es muy grave.
Según la RAE, la definición de perdonar es: "acción de perdonar o pedir disculpas."
Primeramente me centraré en la primera postura.¿El perdonar, es tan fácil como uno piensa? La respuesta a esa pregunta puede ser, sí. Y de hecho creo que la mayoría diría: "yo perdono hasta a mis enemigos." Estas palabras son más frecuantes en Católicos, ya que Dios da el perdón y perdona a todas las personas sus pecados. Pero, una respuesta que estaría bien es: "sí, es muy difícil perdonar." Implica reflexión, consideración y en especial del grado de perjuicio que hemos recibido, es decir, lo que nos ha llevado a esta situación. Pasemos a un ejemplo: "yo no perdono al de la tienda, porque me ha dado mal el cambio; y después de ir a pedirle el correcto, no me ha dicho que yo estoy en el error." En esta situación, creo que todos, y hasta yo, no nos quedaríamos de brazos cruzados y haríamos hasta la imposible por nuestro cambio correcto. Desde el punto de vista económico, puede parecer absurdo tomar en cuenta esto, si el cambio son solo unos pocos céntimos. Pero consideremos que el cambio es bastante grande. Montaríamos una "escenita" por lo que es nuestro. Y al final conseguimos nuestro objetivo, el dependiente admite que fue un error suyo y pide perdón, yo respondería no pasa nada. Lo que quiere decir que le perdono y através de ese perdón el calma su sentimiento de culpa en su interior.
Ahora probemos uno más serio: "Un padre, ve salir a su hijo muerto, y detrás va el asesino detenido por la Policía." Creo que aquí todos dirían lo mismo: "que horrible", "como ha podido hacerlo", "asesino". Y el padre sería el primero con el sentimiento de venganza. Por supuestamente, no le perdonaría al asesino de si hijo. Este hecho puede abrir de nuevo la brecha de la condena a muerte -que en algunos países todavía existe-, sinceramente, yo estoy en contra, ya que no podemos consentir un mal con otro mal, aunque este sea muy grande. No es justo que en esta sociedad haya una muerte y se condene a su asesino con lo mismo que a su asesinado. En este caso, ya no es una muerte, son dos. Ese padre querría que el asesino, pase lo mismo que su hijo, ya que no se conforma con verle tras las rejas. Y como es obvio sigue sin perdonarle -aunque es católico- y una de las bases de la doctrina Católica es, el perdón. Matar es pecado, y la Biblía, dice: "A quien te haga un mal, tú hazle un bien." En esta sociedad y en todas es muy difícil perdonar, cuesta mucho y hay que entender eso. Y si no puede perdonar ese padre, un bonito gesto es que se resigne a la pérdida de su hijo y aunque no le perdone no le desee mal alguno. En esta vida, y a todos, alguna vez nos atormenta la consiencia replicándonos nuestros actos. Aquel tormento, se mire desde donde se mire, puede ser uno de los más grandes que podemos pasar a lo largo de neustra vida. Y a lo mejor esa persona que mató a otra, quiere pedir perdón por eso, y aunque el padre del asesinado no le perdone, al menos lo intentó.
"El perdón no llega hasta nosotros, hemos de ser nosotros quienes busquemos al perdón." Iniciciémos así, la reflexión, sobre la otra postura: El que busca perdón. En este mundo, todos los más de 6. 810. 415.300 millones de personas, hemos pedido perdón o lo pediremos en algún momento de nuestras vidas. Para algunos, y quizá la gran mayoría -yo incluido-, nos cuesta pedir perdón y admitir que nos hemos equivocado. "Es muy difícil perdonar, pero también lo es pedir que te perdonen." Recordemos los dos ejemplos anteriores, en el primero, el dependiente se siente avergonzado por el hecho de haber llamado mentiroso a un cliente en frente de todos; y luego darse cuenta de su error, fiándose de su intuición, cayó en una equivocación -aunque otras veces si nos resulte útil-. El ver como te miran, por no revisar lo que te demandaba un cliente, y reafirmar tu versión y luego ver que estabas en un error es... algo terrible, no habrías perdido mucho tiempo, aclarando el asunto y no habría sido tan vergonzoso este suceso. "Aunque errar sea de humanos, y perdonar rectificando, es de sabios, la sensación que te deja tu error es una muy negativa y a veces cuesta asimilarla, pero después te sientes mejor por haber visto tu error." Al final se demuestra el fallo del dependiente y tiene que pedir perdón. En esta situación, puede parecer insignificante, pero pasemos a la otra. La persona que mató a otra, pide perdón por lo sucedido al padre de la víctima. La Policía descubre que sucedió por accidente, pero aún así el padre no le perdona. Es normal que se mantenga en esa postura, pero, el que el crimen se haya hecho por accidente cambia radicalmente la situación. El saber que fue un accidente y no con intención puede ayudar a conceder el perdón que el otro busca. Los dos hablan y al final la situación se resuelve favorable para los dos, el padre lo asimila y el otro recibe el perdón; el padre lo meditadó y pensó, y anque haya sido después de mucho tiempo, el perdón que recibió le alivió la conciencia y le permitió volver a vivir en paz. "Nunca es tarde para perdonar a alguien."
Esta misma fue la causa, que desde un principio, le llevó a buscar el perdón. Cuando llegó el momento de enfrentarse a él, no tenía palabras para expresar lo que sentía y el sentimiento de culpa que le atormentaba era demasiado grande. Pero sin embargo encontró el valor y palabras -aunque la culpa, desde mi punto de vista no se pueda expresar-, para poder así libararse de todo auquello y tener la conciencia limpia. Al final lo consiguió.
Ahora imaginemos que no fue por accidente -algo que suavizó el ambiente-, y fue por convicción propia. Al padre y a la mayoría de la sociedad le resultaría difícil perdonar un seceso como este y en especial al asesino. Sí el no pide perdón -sus motivos tendrá-, no será perdonado. En cambio si él pide perdón, puede haber una remota posibilidad de ello. Después de superar el padre aquel calvario, aunque todavía no pueda perdonarle, no le desea males a él.
En la historía recordaremos que, El Papa Juan Pablo eventualmente perdonó a Mehmet Ali Agca (el que intentó asesinar al Papa en 1981 en medio de La Plaza de San Pedro), quien sirvió 20 años en una prisión italiana,por este intento de asesinato, e incluso el Papa visitó a su posible asesino en su celda. Agca obtuvo clemencia en el 2000 y fue extraditado a Turquía, donde fue nuevamente encarcelado por el asesinato del periodista turco Abdi Ipekci en 1979. Cuando el Papa Juan Pablo murió en el 2005, el hermano de Agca, Adnan, declaró que Mehmet Ali Agca estaba guardando luto.
Otro ejemplo, la religiosa Leonella Sgorbati perdonó, momentos antes de morir, a los dos hombres que la asesinaron en las afueras del hospital en el que trabajaba en Somalia. "Los perdono, los perdono, los perdono" fueron sus últimas palabras.
Por último y como conclusión, creo que ejemplos como estos, de gran clemencia hacia las personas, son grandes obras que las personas hacen. Aunque sea difícil, el perdonar es una gran virtud, que por desgracia no muchos tienen en gran medida.
Y aunque cueste perdonar y pedir perdón: "Hay que perdonar, si queremos ser perdonados, ya que esta, es una de las mejores virtudes y de las que menos abundan en este mundo."