Hace unos instantes me acordé que tenía este pequeño cuaderno de
confesiones. Lo había olvidado y evidentemente, no le había prestado atención. Todo
pasa por algo, supongo yo. Y el que hoy haya venido a mi mente, no es fruto de
la casualidad. Tengo intención de volver a escribir aquí. He observado que en mi
larga ausencia, hay alguien, que día tras día continúa mirando atento, por si
acaso hoy es el día, de una novedad. Mi enhorabuena, pues hoy, es el día.
Los nuevos comienzos a veces son duros: ir a una nueva clase, conocer
a nuevas personas, visitar otro país, ya sea por trabajo, diversión o estudios,…
Todos estos ejemplos constituyen ejemplos veraces de situaciones reales, en las
que tanto usted, o tú (como prefieras), nos hemos encontrado desde el inicio de
nuestras vidas. No obstante, aquí estamos, cotilleando lo que pienso, y si
hemos pasado por todas esas situaciones y hemos llegado hasta aquí, implica que
lo hemos conseguido. Lo hemos hecho. Hemos vencido y venceremos a todos
aquellos retos que aparezcan en nuestras vidas.
Antes de comenzar con todo, debemos sincerarnos con nosotros mismos,
dejar de pensar que no somos merecedores de aquello bueno que nos pasa. Lo somos
y lo eres. No tengamos miedo a cosechar aquello que con tanto esfuerzo
conseguimos. Si hemos llegado a hoy, debe ser sin remordimientos ni lastres que
minen nuestra moral y destrocen nuestros ánimos.
Hoy es el día de empezar algo nuevo, algo grande y seguir, seguir
siempre adelante.
0 comentarios:
Publicar un comentario